Rajoy: “…la manifestación del sábado en Madrid fue un acto de civismo y democracia…”. Patxi López: “…camino mas tranquilo por las calles de Bilbao que por las de Madrid…”.
No me extraña que Patxi diga esto, solo hay que darse una vuelta cerca de los actos que en los últimos tiempos convoca el PP, para salir corriendo, no sea caso que se escape un improperio o algo peor , o sufras una quemadura de primer grado al salpicarte la mala baba que destilan los vociferantes manifestantes ultra conservadores.
Abundando en el mismo sentido, acabo de hablar con un amigo andaluz que me hace ver su preocupación porque ha notado en los últimos 6 meses fuertes enfrentamientos entre personas en diferentes localidades, derivadas de la crispación política que estamos viviendo. Dice que en todo el tiempo que el recuerda, nunca había vivido situación similar.
La partidización de los símbolos por parte de las posiciones extremistas y radicales (sean del ámbito que sean), esta produciendo divisiones no queridas entre ciudadanos moderados que no tiene sentimientos exacerbados hacia los mismos, y que acaban convirtiéndose en víctimas de la radicalización, al verse obligados a tomar posición en uno de los bandos que pueden abocarnos a una división profunda de la sociedad.
Es cierto que los dirigentes del PP, i la injerencia de poderes exteriores, ya tradicional en los momentos de mayor crispación (ver VISCA ELS NOUS GOVERNANTS), tienen una responsabilidad central en el clima político que vivimos, y que no es tolerable que personas con una responsabilidad política tan importante tengan el comportamiento que están teniendo, amén de que no es de recibo que un ex presidente de un país soberano (José Mª Aznar), este en nomina de una empresa de comunicación al servicio de los intereses mas reaccionarios de otro país soberano, y se permita tomar posición a favor de este en contra del que ha presidido. Pero también es cierto que el resto de ciudadanos tenemos que mantener una posición de contención para evitar la caída al vacío de nuestro sistema democrático.
Hay que tener paciencia y convicción, al tiempo que exigencia absoluta de lealtad democrática y rechazo a toda forma de violencia, especialmente a aquellos que se han refugiado en la misma para mantener vivas sus posiciones políticas. A Otegi y sus correligionarios les queda ya poco tiempo para moverse hacia el bando democrático, el sistema no va ha aguantar mucho mas tiempo sus dilaciones. Solo un marco democrático fuerte puede superar las diferencias históricas, y recolocar las banderas en el sitio que les corresponde.
Ojo, con la radicalidad verbal. Ojo con azuzar viejas hostilidades. El campo esta abonado para que los extremistas campen a sus anchas y nos lleven rodando por el pedregal.
Mariano, tomate una tila y date una vuelta a que te de el aire. Y a los demás, “seny” que decimos los catalanes, la “rauxa” para la defensa de los derechos de todos, no sea caso que los políticos nos quedemos solos, por aburrimiento de los ciudadanos.
Abundando en el mismo sentido, acabo de hablar con un amigo andaluz que me hace ver su preocupación porque ha notado en los últimos 6 meses fuertes enfrentamientos entre personas en diferentes localidades, derivadas de la crispación política que estamos viviendo. Dice que en todo el tiempo que el recuerda, nunca había vivido situación similar.
La partidización de los símbolos por parte de las posiciones extremistas y radicales (sean del ámbito que sean), esta produciendo divisiones no queridas entre ciudadanos moderados que no tiene sentimientos exacerbados hacia los mismos, y que acaban convirtiéndose en víctimas de la radicalización, al verse obligados a tomar posición en uno de los bandos que pueden abocarnos a una división profunda de la sociedad.
Es cierto que los dirigentes del PP, i la injerencia de poderes exteriores, ya tradicional en los momentos de mayor crispación (ver VISCA ELS NOUS GOVERNANTS), tienen una responsabilidad central en el clima político que vivimos, y que no es tolerable que personas con una responsabilidad política tan importante tengan el comportamiento que están teniendo, amén de que no es de recibo que un ex presidente de un país soberano (José Mª Aznar), este en nomina de una empresa de comunicación al servicio de los intereses mas reaccionarios de otro país soberano, y se permita tomar posición a favor de este en contra del que ha presidido. Pero también es cierto que el resto de ciudadanos tenemos que mantener una posición de contención para evitar la caída al vacío de nuestro sistema democrático.
Hay que tener paciencia y convicción, al tiempo que exigencia absoluta de lealtad democrática y rechazo a toda forma de violencia, especialmente a aquellos que se han refugiado en la misma para mantener vivas sus posiciones políticas. A Otegi y sus correligionarios les queda ya poco tiempo para moverse hacia el bando democrático, el sistema no va ha aguantar mucho mas tiempo sus dilaciones. Solo un marco democrático fuerte puede superar las diferencias históricas, y recolocar las banderas en el sitio que les corresponde.
Ojo, con la radicalidad verbal. Ojo con azuzar viejas hostilidades. El campo esta abonado para que los extremistas campen a sus anchas y nos lleven rodando por el pedregal.
Mariano, tomate una tila y date una vuelta a que te de el aire. Y a los demás, “seny” que decimos los catalanes, la “rauxa” para la defensa de los derechos de todos, no sea caso que los políticos nos quedemos solos, por aburrimiento de los ciudadanos.
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