En Marruecos se acaba de desinflar el globo de los “islamistas moderados”(PJD), parecía que la ola de crecimiento del islamismo mas tolerado y “apoyado” por Occidente se iba a consolidar en el País vecino, y no ha sido así.
Las denuncias de corrupción, irregularidades y control del aparato de la monarquía sobre el proceso electoral, tratan de disimular una elemento más significativo, la escasa participación electoral del 37%, todo y teniendo en cuenta, que aproximadamente el 80% de la población se había presentado a retirar el carné electoral. Alguna movimiento de fondo se esta produciendo. De todas formas que no se escandalice nadie, recuèrdese cual es la participación electoral en USA, o en las últimas elecciones municipales celebradas es España.
Desde un punto de vista euro-céntrico podríamos tener la tentación de calificar al proceso electoral de chapucero, tutelado e irregular, pero si tenemos en cuenta el contexto en que se han efectuado y el desarrollo socioeconómico del País, cambiaría radicalmente nuestra apreciación.
Marruecos es un País en desarrollo, con Instituciones tuteladas provenientes de un régimen anterior con el que no se ha roto, si no a partir del cual se esta evolucionando. El contexto geográfico es trivalente, por un lado una vocación europea tradicional, de otro un sustrato étnico- cultural (el universo berebere) en clara emergencia, si observemos el buen resultado que ha obtenido el partido que pretende aglutinar este sentimiento, y el auge del islamismo político auspiciado por los Países Árabes mas significativos, y por los sectores económicos de Occidente que pretenden sacar ventajas de la apuesta a caballo ganador.
Es por todo ello, que ha resultado sorpresiva la victoria del Istiqlal, el partido conservador más tradicional y la notable bajada del partido socialista marroquí (USFP) que no a acabado de tener un apoyo significativo de sus socios europeos, probablemente por su errática y poco clara evolución. El cuarto partido y del que poco se habla el RNI, calificado de nacionalista conservador se halla necesitado de encontrar un referente internacional para que su posición sea mas correctamente identificada, y que en mi opinión habría de ser la de la Internacional Liberal. Todo este proceso de estructuración política lo iremos viendo en los próximos años en el que apreciaremos una serie de movimientos, que nos descubrirán las claves de la estrategia que el Estado Marroquí con su Rey a la cabeza esta promoviendo.
El aviso es para los especuladores que ven a Marruecos como una opción alternativa a la especulación del ladrillo y que pretenden extraer importantes beneficios para lo que están dispuestos a seguir “alimentando” a las maquinarias decisorias que favorezcan sus intereses.
Nos escandalizamos con cierta facilidad, y vemos la paja en ojo ajeno antes que la viga en el propio y lanzamos feroces críticas al funcionamiento de una administración, acusándola de prácticas que son habituales en nuestros lugares de residencia.
Tengamos un poco de paciencia, y si queremos que nuestros vecinos se desarrollen en paz y equilibrio, ayudémosles a realizar esta transición de forma progresiva y equilibrada sin promover en ellos nuestros propios defectos, de esa manera es posible que algún día no muy lejano la incipiente democracia marroquí pueda ser un ejemplo para nosotros mismos.
Para los de Badalona:
Ya ha llegado el tranvía, ¡Que bien!. El tren puede ser que lo perdamos.
Las denuncias de corrupción, irregularidades y control del aparato de la monarquía sobre el proceso electoral, tratan de disimular una elemento más significativo, la escasa participación electoral del 37%, todo y teniendo en cuenta, que aproximadamente el 80% de la población se había presentado a retirar el carné electoral. Alguna movimiento de fondo se esta produciendo. De todas formas que no se escandalice nadie, recuèrdese cual es la participación electoral en USA, o en las últimas elecciones municipales celebradas es España.
Desde un punto de vista euro-céntrico podríamos tener la tentación de calificar al proceso electoral de chapucero, tutelado e irregular, pero si tenemos en cuenta el contexto en que se han efectuado y el desarrollo socioeconómico del País, cambiaría radicalmente nuestra apreciación.
Marruecos es un País en desarrollo, con Instituciones tuteladas provenientes de un régimen anterior con el que no se ha roto, si no a partir del cual se esta evolucionando. El contexto geográfico es trivalente, por un lado una vocación europea tradicional, de otro un sustrato étnico- cultural (el universo berebere) en clara emergencia, si observemos el buen resultado que ha obtenido el partido que pretende aglutinar este sentimiento, y el auge del islamismo político auspiciado por los Países Árabes mas significativos, y por los sectores económicos de Occidente que pretenden sacar ventajas de la apuesta a caballo ganador.
Es por todo ello, que ha resultado sorpresiva la victoria del Istiqlal, el partido conservador más tradicional y la notable bajada del partido socialista marroquí (USFP) que no a acabado de tener un apoyo significativo de sus socios europeos, probablemente por su errática y poco clara evolución. El cuarto partido y del que poco se habla el RNI, calificado de nacionalista conservador se halla necesitado de encontrar un referente internacional para que su posición sea mas correctamente identificada, y que en mi opinión habría de ser la de la Internacional Liberal. Todo este proceso de estructuración política lo iremos viendo en los próximos años en el que apreciaremos una serie de movimientos, que nos descubrirán las claves de la estrategia que el Estado Marroquí con su Rey a la cabeza esta promoviendo.
El aviso es para los especuladores que ven a Marruecos como una opción alternativa a la especulación del ladrillo y que pretenden extraer importantes beneficios para lo que están dispuestos a seguir “alimentando” a las maquinarias decisorias que favorezcan sus intereses.
Nos escandalizamos con cierta facilidad, y vemos la paja en ojo ajeno antes que la viga en el propio y lanzamos feroces críticas al funcionamiento de una administración, acusándola de prácticas que son habituales en nuestros lugares de residencia.
Tengamos un poco de paciencia, y si queremos que nuestros vecinos se desarrollen en paz y equilibrio, ayudémosles a realizar esta transición de forma progresiva y equilibrada sin promover en ellos nuestros propios defectos, de esa manera es posible que algún día no muy lejano la incipiente democracia marroquí pueda ser un ejemplo para nosotros mismos.
Para los de Badalona:
Ya ha llegado el tranvía, ¡Que bien!. El tren puede ser que lo perdamos.
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