20 mar 2013

VER, OIR Y NO CALLAR




Han pasado dos meses desde que escribí mi último artículo en el blog. Ciertamente, han ocurrido tantas cosas en tan poco tiempo, que daría para escribir no uno sino un montón de artículos.

El sistema dominante sigue en sus trece y continua su proceso imparable de destrucción del Estado de Bienestar y de la imposición del modelo neoliberal de estructura  económica. Los ciudadanos hemos ido desarrollando nuevas formas de resistencia social que han dado algunos pequeños frutos pero que se ven coartadas por el progresivo descrédito de la clase política y como consecuencia el debilitamiento de la democracia representativa y el encuadramiento político.

Un análisis sosegado de los movimientos que se están produciendo, nos lleva fácilmente a la conclusión de que la desestabilización de la armadura Institucional de nuestras democracias, no es algo casual sino absolutamente deliberado. Con Instituciones débiles es más fácil conseguir que los depredadores se apoderen de los recursos del Estado de Bienestar, con políticos cuestionados se abre la puerta a movimientos populistas de dudosa filiación, el ejemplo más próximo lo tenemos en Italia y Grecia.

Alguien podría decir que dada mi filiación política y mi pasado institucional no puedo decir otra cosa, pero como sabéis no me corto un pelo en decir las cosas como las siento, y no os engaño si os digo y afirmo que se están cociendo demasiados intereses, y los que estorban son apartados sin contemplaciones y echados a los leones para dar carnaza al “pueblo” y que se entretenga con ellos.

Los medios hablan mas de Bárcenas, o del torero ese que se a llevado por delante una vida conduciendo bebido, que de los verdaderos responsables de lo que esta pasando. Aquí no se dilucidan responsabilidades de nadie y seguimos siendo los mismos los que estamos pagando el pato.

Me preocupa y mucho, como he dicho en otras ocasiones la falta de iniciativa de los poderes legislativos que son al fin  y al cabo los que hemos elegido. El gobierno o poder ejecutivo se refugia en los decretos para ir ejecutando uno a uno los dictados de los poderosos y ningunea al Parlamento evitando cualquier debate que pueda descubrir las raíces de este “Gran Atraco”. Como reacción, los diputados y diputadas replican tímidamente sin hacer demasiado ruido  de tal forma que acaban apareciendo como conniventes.

Aquí en Catalunya, el único que ha conseguido llamar la atención ha sido Pere Navarro, pero rápidamente han aparecido con el hacha los más recalcitrantes para intentar ahogar al niño antes de que nazca. Un vivo ejemplo de tolerancia democrática y de amor fraternal. Mientras los agitadores del soberanismo público hacen lo que siempre achacan a los demás, decir una cosa aquí y otra en Madrid, y hablar de independencia públicamente y decir que con esto algo sacarán del Estado en privado. ¡Vergüenza y demagogia!.

Como no espabilemos, y con tanta mierda circulando, ( ya dije hace mucho tiempo que se había puesto en marcha el ventilador), esto se nos va a ir de las manos y lo que venga no tiene porque ser mejor.

Hay que perderle el miedo a los poderosos, protegernos unos a otros en nuestros barrios, pueblos y ciudades administrando solidariamente nuestros recursos, defender nuestros derechos y nuestros servicios públicos, desprendernos de los chorizos, incompetentes y sectarios que no ven más allá de sus propios intereses mezquinos, apuntalar nuestras Instituciones y exigir dedicación y compromiso a los que las gobiernan. Y todo sin contemplaciones y con firmeza democrática... y no perdáis nunca la ESPERANZA.

 

 

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder, no habéis entendido de qué va el Nuevo Orden Mundial? Sois tan bestia? La democracia ya no existe, es una ilusión, éstos tiempos son peores que los de Franco debido a que la indiferencia y no la imposición, es lo que está dando lugar a un nuevo fascismo, estado policial y pesadilla Orwelliana. Sóis demasiado viejo para ubicar el origen y el futuro del desastre neoliberal. Vive contento tus años de viejo, toda esta mierda ya no se para ni con una revolución. Y ahí está la puta monarquía para daros una pista.